Te diría tantas cosas que no puedo decir con palabras... Cada vez que no puedo decir lo que siento me quedo muda, tal vez es lo mejor. A veces es más claro un gesto que una palabra. A veces los gestos son más tercos que las palabras, uno puede cerrar la boca pero enmudecer el cuerpo es casi imposible; salvo pequeñas excepciones, claro. Salvo que te paralicen el cuerpo con un gesto tan implacable que te dejen durísimo. Tan duro como yo ahora, que te besaría y solo así podría decirte lo que siento por vos. Y a veces los gestos son tan claros que nos dejan mudos, casi con la boca abierta.
viernes, 30 de enero de 2009
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