Si yo manejara el tiempo, si lo tuviera entre mis manos lo usaría sólo para admirarte,para escribirte las más dulce palabras e idear nombres para cada sentimiento nuevo que hacés nacer en mí. Y sí no lo tuviera, también. Sí yo manejara la distancia, hoy estarías aquí, junto a mí;alumbrando mis noches y arruyando mi sueño con aquella voz angélical. Y no lo tengo, pero sin embargo hoy estás en mi corazón, junto a mí, tan cerca que puedo sentir tus manos abranzando mis hombros. Y puedo sentir tu voz cantandome dulcemente en los oídos. Y nosé hasta que grado funciona, perotener no significa sentir.Podría manejar el tiempo y aún así no alcanzaría para tanto que te debo. O podría manejar la distancia y no podría traerte tan cerca cómo te siento ahora sin embargo.Y podría manejar el mundo, el cielo y el universo pero no podría crear a alguien tan maravilloso cómo vos.Alguien te hizo a medida, y no eras lo que yo buscaba pero cuándo te encontré te convertiste en lo único que necesito. ¿Qué loco no? Pero, sea la persona más poderosa del mundo o alguien normal (cómo ahora) hay una cosa que no cambiaría... Nadie podría amarte con la intensidad y pasión con la que te amo. Porque cada día sueño con ver tu sonrisa, con leer tus ojos. Sueño con abrazarte, abrazarte hasta que te falte el aire. Decirte gracias hasta que el mundo termina y decirte todo lo que te amo hasta que muera, y más alla de eso también. Gracias por hoy, hacerme sentir tan poderosa. Hoy vivo por la fuerza del amor. Tu amor.
Me escapé del mundo yéndome al norte, pero otro mundo esperaba allá. Yo arrimé, siempre disparo a mansalva,pero esa piel fue particular.La hacés bien, y aunque te hierva la sangre te encadenas para no llamar. ¿Cómo hacés? Conozco todos tus trucos, pero aún así me das que pensar. Te guardas el orgullo donde nadie pueda dudar de que lo tenés. Y así vas, sin perder el objetivo, pidiendo dos cuando querés tres. Ya estoy bien, ya me ordené en mi desorden; y aquellas voces no me hablan más. Por favor, mentime y dame la espalda, otra vez no quiero patinar.Y me esperás más de la cuenta, siendo siempre el que yo soñé. Y firme yo, me encierro en que es peor, amar y envejecer. ¿Qué esperás? Mostrame todas las cartas, a cara de perro no sé jugar. Me endulzás, el ego siendo sincero, dale un poco y te va a pedir más. Lo sabés, no hay arma más seductra, que contestar siempre la verdad. Siempre estás, del otro lado del muro de los lamentos que me contás.No sé hablar, sin decir malas palabras: amantes, mentira, infidelidad.Nunca más te vendo gato por liebre, por no ser cruel, pierdo honestidad. No es el fin, el problema son los medios, no es algo que pueda respetar. No está mal, que termine en las historias, mientras haya historias que contar. Y ya no esperarás más de la cuenta; y siempre serás el que yo soñé. Y yo seguiré pensando que es peor, amar y envejecer. ~